Nódulos de Bohn y Perlas de Epstein

La salud dental de tu bebé

Algo muy común en los bebés recién nacidos son los nódulos de Bohn, unos bultitos grises o blanquecinos, que no suelen superar los 3 mm, son benignos y están compuestos de queratina, una proteína presente en nuestra epidermis, pelos y uñas.

Suelen encontrarse situados en la mucosa bucal, lingual o en la periferia del paladar, y pueden aparecer en cantidades únicas o múltiples. Su aspecto es muy similar al de un grano de arroz.

Estos nódulos aparecen en un 85% de los recién nacidos durante los primeros 36 meses y no es algo que se considere un problema para el bebé. Son inofensivos y se curan por sí solos tras unos meses, cuando la queratina se rompe y los nódulos desaparecen.

 

 

Nódulos de Bohn o Perlas de Epstein

Hay otro caso muy parecido al anterior, que son las Perlas de Epstein. Ambos son nódulos de queratina, pero presentan variaciones

Las Perlas de Epstein suelen aparecer a lo largo de la parte central del paladar que lo divide longitudinalmente. Además, suelen ser más blancas y grandes en comparación con los pequeños nódulos de Bohn.

¿Qué hago si detecto síntomas en mi bebé?

Lo primero que debemos hacer es no alarmarnos. Como hemos visto más arriba, no es algo por lo que preocuparse en exceso. Sin embargo, es recomendable acudir a odontólogo que pueda descartar otras lesiones.

Normalmente no suelen provocar dolor ni presentar hinchazón. En definitiva, a no ser que no desaparezcan con el tiempo o tiendan a agrandarse, algo que ocurre en raras ocasiones, no tiene por qué ser motivo de intervención.

 

 

 

En Dentatis te recomendamos que prestes atención a la salud bucal de tu bebé desde sus primeros días.